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lunes, 12 de agosto de 2013

La guerra de los siglos.

Ya habían pasados 250 años de guerra. Parecía no tener fin. La tecnología había avanzado tanto que ya prácticamente no existía una forma pura en nada. Toda era mescolanza , combinación y confusión. Las formas puras en genética, nanotecnología, hibridaje,.... habían desaparecido hacía mucho.
Así, las familias de vampiros y licántropos (seres modificados genéticamente por selección artificial), con sus formas genéticas híbridas, ya casi eran un clásico del pasado. En esta era, los vampiros combinados con licántropos habían pasado a reproducirse con los mutantes humanos y los mutantes híbridos. A esa forma de vida le habían añadido en muchos casos dispositivos biotecnológicos para poder gestionar y aumentar su poder en el combate. De ese modo, lo usual era encontrar en el campo de batalla, vampiros licántropos mutantes biónicos. 
Mientras tanto en los laboratorios se continuaba investigando como aumentar los talentos combativos de los seres de esta época para poder enfrentarse a los zoombies mutantes y los zoombies híbridos, que eran clonados por los androides y humanóides supercompurterizados de inteligencia artificial. 
El último avance que habían conseguido generar en el laboratorio era el desarrollo de las nuevas cadenas de ADN y ARN biomecánicas enriquecidas mediante la nanotecnología proteómica. 
Aun así, la guerra parecía no tener fin, la destrucción supermasiva se extendía por todos los planetas habitados y cada nuevo avance un nuevo conflicto más bárbaro, horrible e indeseable surgía de nuevo. 

Autor: D. Jesús Castro Fernández.




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