Llegó en aquella iluminada mañana. El caballero junto a la puerta del castillo se encontraba. Alzó su mirada y dijo: ¡ah del castillo!.
Cuando al instante un gigante dragón blanco, alzando sus alas y con una bella princesa que lo cabalgaba, le respondió saliendo desde el interior, por encima del alto torreón: ¿qué buscáis vos Señor?.
El caballero sobrecogido por como una dama tan joven y delicada cabalgaba aquel majestuoso ejemplar de dragón blanco, le indicó: venía a cazar a ese dragón, pero creo que ahora vengo a casarme con vos, porque cazasteis mi corazón.
Autor: D. Jesús Castro Fernández.
Cuando al instante un gigante dragón blanco, alzando sus alas y con una bella princesa que lo cabalgaba, le respondió saliendo desde el interior, por encima del alto torreón: ¿qué buscáis vos Señor?.
El caballero sobrecogido por como una dama tan joven y delicada cabalgaba aquel majestuoso ejemplar de dragón blanco, le indicó: venía a cazar a ese dragón, pero creo que ahora vengo a casarme con vos, porque cazasteis mi corazón.
Autor: D. Jesús Castro Fernández.
No hay comentarios:
Publicar un comentario