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miércoles, 28 de agosto de 2013

El ángel y el ladrón.

Un día, un ángel que caminaba por una calle de Berlín en aquel otoño de 1989 se encontró a un hombre y le dijo: <<Te quiero contar una historia de ficción, ¿te gustaría oírla?>>. A lo que Ovidio respondió: <<Como no>>. Entonces el ángel comenzó a narrar de éste modo:
<<Erase una vez un ladrón que huía de la policía, porque un robo había cometido ese día. Éste ladrón tras cometer el robo huyó hasta la Puerta de Brandeburgo, donde se refugió en la oscuridad de la noche. Aquella misma noche, los coches de policía pasaron muy próximo a él, pero no lo reconocieron y pasaron de largo. Pero un ángel que lo vió se paró sobre él y bajó. Entonces el ángel le dijo que sí estaba arrepentido de haber robado, ¿por qué no regresaba lo hurtado? El ladrón cargado por su remordimiento, le indicó que entonces iría a la cárcel y que no quería ir a la prisión. El ángel le dijo en es instante, la policía pasó varias veces junto a tí y no te reconoció gracias a Dios que me ordenó que pasaras desapercibido porque estabas arrepentido. Que sí regresabas lo sustraído, el delito equivaldría a como sí nunca lo hubieras cometido. 
Él ladrón después haber escuchado al ángel se fue y regresó lo que había robado, sin que nadie se hubiese percatado; más tarde como el ángel le había anunciado, marchó sin remordimientos y sin que nadie lo hubiera en su fuga molestado>>.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


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