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domingo, 18 de agosto de 2013

El oráculo de Delos.

Era el único exoplaneta que todos visitaban. En aquel planeta había un gran montaña, cien veces mayor que la montaña más alta del planeta Tierra. En su interior existía un gran lago de agua rojiza, casi parecía que fuese un lago de mercurio. En aquel lugar había una luz muy brillante y especial, una energía que respondía a quien le iba a consultar. Un día de la novena era espacial, fue aquel lugar a preguntar. 
Cuando se encontraba frente a luz, le consultó: ¿quién eres tú?. Y la luz le respondió: Yo soy el compositor. El viajero no entendiendo la respuesta, volvió a formular la pregunta: ¿Qué ves tú?. Y la luz volviendo a responder, le dijo: Veo a todas las energías de éste Universo, de los cúmulos de Universo y de los supercúmulos de Universo. Pero no sólo veo las energías de éste espacio y tiempo presente, sino las del pasado y el futuro. Las energías del pasado Universo, las energías del pasado de los cúmulos de Universo, las energías del pasado de los supercúmulos de Universos; las energías del futuro Universo, las energías del futuro de los cúmulos de Universos y las energías del futuro de los supercúmulos de Universos.
El viajero intrigado, volvió a consultar una vez más: ¿cómo me lo puedes demostrar?. El oráculo de Delos, le dijo: Al tanto sencillo, no deberías de tratar de verificar. Pero te demostraré lo que te intriga una vez más. Yo puedo ver y me puedo comunicar contigo, con tus energías del futuro, antes de que ni tan siquiera hayas finalizado tú presente, antes ni tan siquiera de que hayas fallecido. Y podría hablar con los que aun no han nacido pero están, Puedo indicarte cuando morirás, que te ocurrirá, cuando volverás, donde nacerás, que harás antes de volver a mí para empezar. 
El viajero, muy asustado de que aquello fuera verdad, hizo una reverencia y dijo al oráculo: gracias, ya no quiero saber más, porque conocer cuando moriré en el presente es malo, pero aún peor sería conocer mi muerte en el futuro sin haber muerto y nacido una vez más.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


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