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domingo, 18 de agosto de 2013

La genética era mía.

Ella era de una especie de última generación en la luna Europa. De madre mutante híbrida y de padre extraterrestre biónico, ella era especial. Su profesión era la de inspectora de la guardia global. Llegó al lugar del crimen, cuando vió el espectáculo horrible de aquel cuerpo con el cuello roto. Parecía un miembro de la comunidad de las especies humanas artificiales. Miró y remiró la escena del crimen, sólo dos pistas: un zapato descolgado de la victima y una nota que decía: "la genética era mía". En principio todo indicaba que era otro crimen clónico. Como los que había resuelto en el pasado. Pero el asunto era complicado aún de resolver, porque existían muchas posibilidades. Pensaba ella: "Puede ser que su hermano clón lo haya matado para cobrar la herencia genética. Pero podría ser que haya sido su dueño genético, el cuál se haya cansado de mantener a su clón inscrito en el registro notarial tras su fallecimiento. O también cabría la posibilidad que haya sido un crimen pasional genético. Éste asunto es complejo, además tendré que averiguar, sí es el original, o la primera copia u otra derivada.. Todo parece indicar, que el caso, bastante tiempo en resolverlo me llevará". 

Autor: D. Jesús Castro Fernández.



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