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jueves, 18 de julio de 2013

Ubicación mortal.

Hace 20 mil años, un hombre sale de una cueva por la mañana, camina unos cuantos metros hasta el borde de un pequeño arroyo y se agacha para beber agua. Silenciosamente se le ha acercado un oso, y cuando el hombre lo descubre ya es tarde. El oso se le echa encima y acaba con su vida.
   Ayer. En el lugar en donde hubo una cueva, hay un bloque de apartamentos. Un hombre sale del portal y se dirije al parque cercano. No queda nada del antiguo arroyo, pero casualmente hay una fuente en el mismo sitio. Ya no hay árboles, ni cueva, ni osos, sólo el mismo sol en el mismo sitio, y la misma montaña en el horizonte.
   Dos vehiculos han colisionado y ocupan la calzada. Una furgoneta de reparto ha evitado a uno de los vehiculos haciendo un giro desesperado, ha perdido el control y viene a estrellarse sobre la fuente.
   Aunque el suelo es otro distinto, la sangre va derramarse exactamente en el mismo lugar, y a la misma hora; el sol es el mismo a la misma altura. La diferencia es que ya no hay osos allí.

Autor: D. José María Martín Rengel.


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