Cuando llegó la policía, el niño estaba sentado sobre un charco de sangre. Solo decía: Mi papá escapó corriendo, mi papá escapó corriendo. En el interior de la vivienda, la madre yace cadaver, practicamente desangrada; No hay rastro del arma del crimen. La policía halla poco después al padre, arrastrandose por la acera, y mortalmente herido. Tan sólo balbucea palabras inconexas: Mi hijo...mi mujer...Yo no sabía...Nosotros...; Ni rastro del supuesto cuchillo. La asistenta social llega hasta el domicilio familiar en donde supuestamente ha ocurrido un nuevo episodio de violencia doméstica, viene a hacerse cargo del niño. La policía ha buscado por todas partes y no ha logrado encontrar el arma.
De repente, un destello cruza léve la estancia !El cuchillo! Pero las manos del niño lo hacen desaparecer rápidamente hundiendolo en el pecho de la asistenta.
Autor: D. José María Martín Rengel.
De repente, un destello cruza léve la estancia !El cuchillo! Pero las manos del niño lo hacen desaparecer rápidamente hundiendolo en el pecho de la asistenta.
Autor: D. José María Martín Rengel.
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