Era la primera vez que abría los ojos y miraba hacia abajo. Todo estaba tan alto. Miró a su alrededor, todo cubierto de ramas del árbol y de hojas que caían volando. Pensó, si esas pequeñas hojas están volando, yo debo poder volar, porque yo también soy pequeño.
Así, se aproximó al borde, se estiró y se lanzó sin pensarlo. Comenzó a caer al vacío y de repente sin esperarlo, abrió sus pequeñas alas, que lo elevaron sin esperarlo. Fue cuando se dió cuenta de que era un pájaro.
D. Jesús Castro Fernández.
D. Jesús Castro Fernández.
No hay comentarios:
Publicar un comentario