Ya amaneció de nuevo, se decía. Mirándose al espejo. La barba me volvió a crecer, la rutina me espera de nuevo. En el trabajo me espera el que hacer y la galería de los espejos, allá donde todos son lo que dicen ser, sin que nadie sea lo que dice que es.
Cogió la maquina de afeitar, se rasuró a prisa, en silencio, desayunó a prisas, se vistió con desprecio, construyó su personaje social: su corbata, su chaqueta, sus pantalones lisos, su maleta,...
No vaciló más, recogió las llaves de su vehículo y se dirigió al Cuartel General.
Autor: D. Jesús Castro Fernández.
Autor: D. Jesús Castro Fernández.
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