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viernes, 6 de septiembre de 2013

Pensamientos enterrados.

Todo había sucedido muy rápido cuando se quisieron dar cuenta. Estaban trabajando en aquella mina de Chile y en un instante, se vieron enterrados y atrapados sin salida posible. Los equipos de rescate trabajaban a destajo en la superficie, muy preocupados, porque aun no tenían contacto con los mineros. 
Aunque ellos lo tenían claro, el túnel que se había derrumbado sería restablecido en poco tiempo, ya que todos los que estaban allí encerrados era muy veteranos y conocían muy bien se trabajo. Además, sabían que tenían alimentos, agua y una buena bolsa de oxígeno en el área que habían quedado, por lo que era cuestión de tiempo el verse liberados. 
Mientras tanto, esperaban jugando una partida mus y conversando. Así le decía un minero a los otros: <<Por lo que sabemos, la ciencia son los números, un valor simbólico que constituye un gran sistema analógico que relaciona los principios abstractos con la concreción de las figuras geométricas>>. En eso le respondía un compañero: <<Hay que diferenciar entre la vía de la verdad y la vía de la opinión, porque el pensamiento se funda en la unidad del ser>>. Otro refería: <<No se os puedo olvidar el problema del movimiento y el cambio>>. Otro minero lo apoyaba y decía: <<Nada es, todo se halla en perpetua transformación e impermanencia, todo fluye>>. 
De otro lado del túnel se oían a otro grupo que decía: <<La materia se compone de: agua, aire, fuego y tierra>>; <<Pero que dices hombre, los cropúsculos son infinitos y ubicuos, todo está en todo>>; <<Ni hablar de eso, la materia está formada por átomos idénticos, de cuya agregación resultan las cosas concretas>>. Por último se oyó una voz que decía: <<Por encima de todo, la utilidad, para la vida, la política y lo social>>.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


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