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martes, 31 de diciembre de 2013

El Barco.

El barco espacial llevaba 2 semanas que estaba en la Luna Europa y le decía el capitán a su grumete: Grumete mañana partiremos hacia el norte de los mares de esta Luna. Respondió el grumete: Teníamos que haber traído mujeres en la tripulación capitán o si no al menos animales. Dijo el capitán: ¿Y eso para qué grumete? Porque creo que tanto hombre sólo en esta luna durante tanto tiempo en el barco puede llevar a que más de un marinero se enamore. Y eso puede ser un problema no creé. Saltó el capitán: ¿Y que problema es que se puedan enamorar unos marineros de otros? Dijo el grumete: Pues básicamente los celos y los rencores de los que se enamoren.


Autor: D. Jesús Castro Fernández.

El Salón.

¡Rápido llevaos al jefe carpintero! ¡Rápido, rápido le dio una insolación y tiene mal de seso!. Y buscad a su mujer que tiene los mismos conocimientos. El salón está por acabar y el rey no quiere que se demore mucho más. Tú búscala y tráemela. Respondió el esclavo: de acuerdo ahora vuelvo ¿donde está? Otro esclavo le respondió: busca tras de aquellas columnas del fondo del salón. Cuando llegó la encontró con un esclavo detrás de una columna. El esclavo: ¿ama pero que está haciendo? se acaban de llevar a su marido por mal de seso y la llaman para que finalice la decoración del Salón de las Mil Columnas. La mujer: nada hombre, le daba a mí esclavo un beso porque le quiero. Bueno pues ahora voy y ya era hora que una mujer pudiera decorar ésto porque el salón de las mil columnas con un gusto tan robusto no haría de Persépolis la ciudad más augusta.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Troya.

Hace ya tiempo un comerciante fenicio navegaba próximo a las costas de Troya, cuando una terrible tormenta sorprendió su embarcación en el mar. El barco fue hecho trizas por Poseidón que lanzó el barco contra las rocas con las olas enfurecidas. El comerciante fenicio por suerte cayó al mar antes de que el barco fuera destrozado por la colisión contra las rocas. El comerciante se agarró a un mástil del barco que flotaba en mar. Desesperado estuvo flotando hasta que a la lejanía vio un barco, entonces dijo: ¡oh es mí salvación!. El comerciante pensaba que era un barco comercial cuando comenzó a ver que se trataba de la armada marítima griega más grande nunca vista, iban hacia las costas de Troya. Entonces reparó en que no se detendría a rescatarlo, porque no eran tiempos de paz, sino de guerra, además pensó: de todos modos sí me rescataran sería peor el remedio que la enfermedad.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


El Cazador.

Un día iba paseando por las montañas de Ronsesvalles un cazador que se había perdido de la partida de caza. El cazador subió hasta lo más alto de un risco para poder intentar ver donde se encontraba y examinar sí podría localizar la partida de caza. Tras varios días y varias noches perdido entre las montañas, escuchó un gran ruido de jinetes en batalla, atemorizado se escondió tras algunas jaras. Intentando ver que pasaba, miró hacía abajo y vio como allí había una gran batalla entre moros y cristianos. La muerte se cebaba con ambos bandos mientras el horrorizado dijo: permaneceré quieto y escondido hasta que todo allá terminado, porque sino puede que acabe mal parado, porque sí me vieran puede que pensaran que fuera de uno o de otro bando.


Autor: D. Jesús Castro Fernández.



lunes, 30 de diciembre de 2013

Tormes.

Visitaba la pedanía de Tormes una mujer que iba en peregrinaje, cuando al pronto, paró cerca de un ciego, una mujer y su hijo. La mujer en silencio quedó a escuchas de lo que hablaban y lo único que dedujo es que al niño el ciego se lo entregaban para que se lo llevara.

 Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Laboratorio, año 2150.

Estaba investigando nuevas fórmulas en un laboratorio del Planeta Marte, allí el investigador decía: yo y los míos nacimos de la generación de los clones y ahora nos toca investigar la generación clon de los híbridos que hoy son embriones.


Autor: D. Jesús Castro Fernández.




Espejos.

Se hallaban dos espejos uno frente al otro y se decían mutuamente: ¿por qué me reflejas en tú interior cuando yo te expreso mejor? A lo que respondía el otro: te reflejo aquí por tú también eres así. Diseñamos la profundidad infinita, tú dentro de mí y yo dentro de tí.


Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Dante.

Dante te estuvimos buscando durante largo tiempo por todas partes, ¿donde estuviste? cuentanos ahora que volviste. Nos tienes intrigado. Dante: pues anduve con Virgilio de viaje, estuve entre valles, montañas y volcanes; estuve en praderas verdes con árboles frutales y arrolluelos de agua cristalina. Y además traigo un montón de mensajes de muchos viejos personajes. Los amigos sorprendidos por lo que le decía Dante, alegarón: ¿tú no estarás un poco tomado?.


Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Qarmuna.

Un peregrino partió Constantinopla y se dijo: visitaré las ciudades más importantes de nuestra época en busca del Santo Grial. Primero buscó en Constantinopla y como no lo encontró se puso en marcha hacia Jerusalem. Cuando llegó a Jerusalem pasó muchos meses preguntando e investigando y como no encontró lo que buscaba partió otra vez hacia Roma. Tras una búsqueda incesante en Roma tampoco encontró lo que buscaba y decidió que iría a la ciudad más importante de todas, la antigua Qarmuna. Cuando llegó la ciudad estaba conformada por grandes murallas que la cercaban sobre una gran altura. Doble muralla, cinco puertas y muchos torreones. Llegó pasando antes por la antigua Córduba donde le indicaron que alguien guardaba lo que buscaba, a su llegada la puertas de maderas estaban cerradas y los guardianes le preguntaron: ¿a qué vienes peregrino? Y el peregrino respondió: vengo buscando a las herederas de la hija de Magdala, que dicen pasó de Tierras Galas a la ciudad que los Dioses mejor guardaban.


Autor : D. Jesús Castro Fernández.

Las Termas.

Se encontraban dos patricios en las Termas Públicas de Carmo, cuando uno de ellos le dijo al otro: amigo, mañana llega Julio Cesar desde Roma a Carmo. El amigo respondió: así lo tengo entendido, recibirán las tropas en campo Marcio y después lo podremos escuchar en el Foro donde se dirigirá a todos. El primero preguntó: ¿a qué viene a Carmo? Respondió el amigo: viene a el entierro de su pariente Servillia la cual falleció por enfermedad según tengo entendido. Volvió a preguntar el primer patricio: ¿y cuando será el sepelio? Respondió el segundo: pues creo que después del solsticio de verano, según me dijeron.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


sábado, 28 de diciembre de 2013

Los Infantones.

Pasaba un día un caballero cerca de un camino cuando reparó en que a unas damas se le infligía un castigo. El caballero escondido entre los árboles, se apeó del caballo y en silencio se aproximó hasta unos encinares en los que pudo contemplar de lejos a unos malvados infantones. Golpeaban a dos hermosas y jovencísimas damas con una fusta de la yeguada en sus espaldas, las damas atadas a dos encinas, con las ropas rasgadas, la espaldas ensangrentadas y descarnadas, gritaban y gritaban. ¡Padre, padre, a tí te llaman CID campeador! ¿por qué nos entregaste a estos demonios disfrazados de hombres?.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Valencia.

Al guardián le tocaba pasar la noche en vela, vigilante de las murallas de Valencia. Cuando apunto estaba de nacer el Sol en el horizonte con el alba, contempló a lo lejos una gran hueste de caballeros que hacia Valencia llegaban. El tropel inmenso, polvorada de armaduras y espadas. Negra nube de muerte a Valencia llegaba. Don Rodrigo, el primero cabalgaba y CID campeador lo llamaban.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


viernes, 13 de diciembre de 2013

El cianuro es para mi.

Estaba yo tomandome una copa cuando llegó Manolo con una cara muy fea. Tras los saludos de rigor, se sentó junto a la barra y se acercó a él el camarero.
  -¿Qué te pongo Manolo?-
  -Pués mira Paco, a ver si puedes ponerme un buen copazo de cianuro, de ése potásico.
  -Pues no Manolo, me queda muy poco y ése es para mi.
   Me gustó la broma que surgió así, sin pretenderlo, y entonces decidí que podía sumarme a tan jugosa conversación y, tenía, o eso creía yo, una idea graciosa. Añadí:
 -Hostias Paco, si llego a saber que tenías cianuro no te hubiese pedido éste matarratas con sabor a Whisky.
 -!Hay que joderse! Pués lo compré para mi suegra, pero como se murió ella sola...
  Y al decirlo guiñaba un ojo y sonreía. Nos dió la risa a los tres, pero a mi con la risa se me atragantó el humo del cigarrillo (era un cigarrillo normal, y no un cigarrillo de la risa, que yo al tabaco nunca le echo cosas raras) y así con la risa me sobrevino un ataque de tos.
Ireneo -me dijo Paco desafiante detrás del mostrador- (Ireneo es mi nombre, por si no estaba claro) cuida esa tos, amigo ¿Qué la cuide más? Respondí, y añadí: Pero si ya la cuido, además del polvo que me regalo en la obra, a ésta tos mía le doy todos los días mas de treinta cigarrillos, y luego cerveza bien fría, y a veces incluso éste matarratas con hielo... más no la puedo cuidar.
   Paco aceptó con una sonrisa mi intento de inventar un chiste malo, y luego se dirigió de nuevo a Manolo:
   Bueno Manolo ¿Te pongo algo de beber?... O ya te estás largando.
   Manolo le rió la gracia a Paco, que cuando quiere sabe ser ingenioso, aunque hoy no estaba tan inspirado. Bueno Paco -le dijo- Ya que eres tan mal amigo de no querer compartir el cianuro, pues ponme al menos un matarratas como el que disfruta aquí el amigo Ireneo !Y que nunca falte! respondí presuroso.
   La putada -dijo Paco arrastrando la última sílaba- es que mi mujer está a punto de llegar y os vais a tener que ir a fumar a la puta calle. Ya sabéis bien que por mi me arriesgo a la multa, pero a lo que no me arriesgo es a que la Vicenta se me cabrée, y me deje sin postre. Asín que arreando.
   Y como somos amigos de Paco, y le queremos, nos fuimos a fumar a la calle.

Autor: D. José María Martín Rengel.



miércoles, 27 de noviembre de 2013

Carcel para un héroe.

Se encontraba sobre el puente mirando los remolinos del agua, fascinado con la negrura y el olor del río. Se había encaramado sobre el borde y se disponía a saltar cuando oyó un grito de mujer desde el lado mas cercano del puente. Cuando miró, vió a dos hombres que sujetaban a una mujer, era muy tarde y no había nadie más por allí.
   Sintiendose desgraciado, había planeado arrojar su cuerpo a las aguas, y había decidido hacerlo a una hora en la que nadie pudiese contemplar su hundimiento final. Pero alguien más estaba utilizando la impunidad de una noche de invierno, y alguien estaba suplicando ayuda.
   Con una total ausencia de miedo, se dirigió rápidamente hacia donde provenían los gritos, dos tipos estaban intentando arrancarle las ropas a una mujer joven. La chica había intentado resistirse, pero tras los primeros golpes, tortazos, y patadas, parecía haberse rendido.
   Lo siguiente que vió fué el techo de una celda. Allí permaneció hasta que lo llevaron a los juzgados, y de allí a prisión. Se le acusaba de agresión y violación, la victima estaba ingresada en el hospital en estado de coma, y el era considerado una basura.
  Después de algo más de un mes en prisión, lamentaba no haberse arrojado al río. No sólo no había logrado impedir la agresión, sino que además de sufrir él mismo una brutal paliza que lo dejó inconsciente, ahora le iba a caer una gravísima condena por una horrible agresión. El padre de la victima había declarado a la prensa local, que lamentaba no poder matar con sus manos al agresor de su hija. Ya la sociedad entera le había condenado y le consideraba un horrible monstruo, sólo faltaba que el juez dictara sentencia cuando se celebrase el juicio.
   No podía dormir, y desesperado rogó a Dios que se lo llevase ¿Qué más quería de él? ¿Es que no había sufrido ya bastante? Como lo vigilaban para impedir que se suicidase, y terminase así con aquella tortura, pensó que iba a volverse loco. Sólo logró dar un gran cabezazo contra la pared antes de que lo sujetasen, pero no fué suficiente para lo que pretendía. Lo llevaron a la enfermería y le cosieron la enorme brecha, amaneció amarrado a una camilla con un dolor horrible en el cráneo.
   Mientras pensaba en qué seria lo siguiente, el alcaide en persona se dirigía a la enfermería para verle. La noche anterior, la chica había salido del estado de coma, y había relatado a la policía cómo un par de hombres la atacaron y la golpearon mientras le arrancaban la ropa....También preguntó por su salvador, el hombre que viniendo desde la oscuridad se enfrentó con sus manos vacías a sus agresores, y que se llevó la peor parte. Ella misma observó desde el suelo como volvían a por ella mientras el desdichado sangraba  inconsciente sobre el suelo ¿Había muerto? Nadie se atrevió a decirle a la chica que su héroe estaba en la cárcel, pero los policías -conmovidos- decidieron informar inmediatamente al juez. 

Autor: D. José María Martín Rengel.




jueves, 14 de noviembre de 2013

Filosofía para fracasados.

Ocurrió hace ya unos cuantos años, yo había salido -o debería de decir escapado vivo- de una dolorosa ruptura, y me sentía fatal. Lo normal en éstos casos, suele ser agarrarse a la botella, y usar el alcohol en esa otra faceta suya de antiséptico del alma. Así las cosas, navegué por tres o cuatro bares hasta que rota la cadena del ancla, ésta se fué hasta el fondo y tras engancharse allí, me impidió seguir navegando.
   Vaciaba yo a mi ritmo -un ritmo rápido- las copas cuando levanté la vista a mi alrededor. Un variopinto grupo de personas compartían la estancia, cada cual a lo suyo; unos conversaban o reían, otros quizás discutían, pero todos permanecían bajo un gran océano de humo que apenas dejaba ver el el techo del local. Allí me quedé ensimismado, sin dejar de mirar al techo como, si fuera un paranoico, pensando en lo difícil que es asesinar a la tristeza, por cuanto tras haberle endiñado 7 puñaladas en forma de copas de Whiskys, aún enlentecía la agonía aferrándose a mi con todas sus fuerzas.
    La gente se fué marchando poco a poco, y cuando ya sólo quedábamos dos o tres desdichados noctámbulos, el camarero dijo que a la calle todo el mundo, y lo dijo sin sonreír. El resto de la noche, aún es  un misterio para mi, pero recuerdo que la mañana llegó y me encontró tumbado en un banco bajo una acacia sin hojas. Cuando empezaba a preguntarme qué demonios hacía yo allí, mi lengua pastosa y un ligero ardor de estómago me recordaron los whiskys trasegados de madrugada. 
   Todo volvió a su sitio, volvía a ser yo de nuevo, y también volvía a mi esa especie de falta de aire, de escasez de espacio para mi dolorido espíritu. Pero también volvía el mundo a girar, los automóviles volvían a recorrer las calles que tan sólo unas horas antes no eran de nadie, las aceras se poblaban de escolares -debía de haber cerca un colegio- de madres con niños pequeños, de comerciantes abriendo sus establecimientos, de pájaros...
   Era yo quien estaba fuera de lugar, quien necesitaba una ducha y un reposar la espalda sobre algo mas blando que un banco de madera. Cuando iba a enderezarme, a escasos metros ví como levantaban la persiana de un pequeño bar y sentí entonces que me nacía una sonrisa, una sonrisa que si bien asomaba en mi boca, donde realmente nacía era en ese lugar del propio interior humano en donde se rompen las convicciones, se olvida la vergüenza, y no se permite llorar.


Autor: D. José María Martín Rengel.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Cervantes en Qarmuna.

Era un día de primavera cuando Cervantes tenía que ir a cobrar los impuesto en la antigua Qarmuna. Miguel se levantó temprano, revisó sus escritos he incluyó algo, inspirando se en las tierras del valle y en un galgo. Después fue a cobrar, las gentes lo veían y cuando llegaba decían: <<ya está aquí otra vez el recaudador malvado, que nos mata de hambre y no nos ofrece trabajo>>. Miguel que no andaba de dinero holgado, decía: <<mí profesión hago y algún día por ello seré recordado>>.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Obama.

Se encontraba en año 2079 un hombre en un sillón postrado y contaba sus experiencias vividas a sus allegados: yo fuí un gran hombre, fuí presidente de USA y lo hice lo mejor que supe; trabajé muy duro por mejorar todo lo que pude y me dejaron, muchas horas de mí vida le he dedicado. 8 años estuve y resto me pareció un pasatiempos mal logrado. Todos me conocieron, Obama me decían en las elecciones cuando fuí candidato. Hoy me encuentro aquí postrado, en mí vejez, por mí alma luchando, ya que poca ilusión me queda para que me continúen honrando. A ésto que entró sus dos hermosas hijas con sus nietos y le dijeron: padre otra vez contando tus relatos, con tribulaciones y desacatos. Obama respondió: hijas vosotras sois, junto a mis nietos lo único por lo que hoy seguiré siendo honrado y eso es lo poco que hoy me pone contento, porque es de mí agrado. Al instante los nietos se lanzaron sobre sus brazos y el llorando de alegría dijo: cuanta valía y yo aquí descorazonado.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Bill Gates.

Estaban Bill Gates y Melinda juntos en la orilla de un lago. Le decía Bill a Melinda: <<Te amo y sin remedio te adoro>>. A ésto Melinda le respondía: <<Bill, ahora en nuestra vejez no se de éste mundo que es lo que nos llevamos. ¿qué aprendimos? ¿a donde vamos?>>. Respondió Bill: <<Melinda querida de todo lo que poseo sólo quiero una cosa llevarme el día que partamos>>. Preguntó Melinda: <<¿el qué mí amado?>>. Dijo Bill: <<Una promesa, quiero que me prometas que en la siguiente vida volverás a estar a mí lado>>.
  
Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Benedicto XVI.

Bajó un ángel hasta la estancia donde estaba Benedicto XVI y le dijo: <<Tú estarás condenado, sí no obedeces al hijo de Dios>>. El papa respondió: <<pero sí yo venero al hijo de Dios>>. El ángel de nuevo postuló: <<veamos sí lo que dices es verdad, ya que por nada Dios no me ha enviado>>. Se me dijo que te hagas laico y que no lleves la contraria a la palabra de Dios o tú alma nunca jamás la volverás a domeñar. Benedicto XVI, cabizbajo se retiró a meditar. Y dijo: <<bueno obedeceré a lo que dice el ángel ya que Dios existe y yo se que es verdad. Y sí no obedezco una gran pena eterna me caerá. Además lo tengo claro, a otros muchos Dios les hizo cosas similares para probar su lealtad, como sacrificar a sus hijos y demás. Por lo que no temeré a lo que se mande, porque buen final tendrá>>. El ángel desde las alturas observaba a Benedicto y dijo: <<este pobre anciano pronto conmigo vendrá, ya que demasiado sabe para que se le pueda engañar>>.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


La Voz.

Stephen Hawking estaba meditando sobre la verdad de las ciencia, cuando una voz que no sabía de donde provenía le dijo: <<Stephen, no pienses más, que tú alma por la leyes universales no se salvará>>. Stephen pensando que ésto era resultado de los pensamientos malsanos de su cerebro y que todos los hombres algunas vez lo padecemos, dijo: <<ésto no puede ser, las voces internas no están bien>>. De pronto la voz le dijo insistentemente: <<Stephen, no te preocupes demasiado, que en esta vida ya has sabido demasiado, cuando la siguiente vida te toque, no mucho sabrás pero un grandioso atleta serás>>.

Autor: D. Jesús Castro Fernández


El Arca.

Trabajaban dos esclavos en la construcción del primer templo de Salomón y le decía uno a otro: oye ¿para qué quiere Salomón construir éste templo? Respondía el segundo: pues yo creo que es para guardar una especie de caja. El primer esclavo sorprendido: un templo tan majestuoso para guardar una caja. Le respondía el segundo: sí, dicen que una comerciante de Salem que viajó hasta África encontró en un templo de Alejandro Magno una caja, que pertenecía a un mujer y que la compró como regalo para entregárselo a Salomón el día de sus primeras nupcias. El primer esclavo que no se enteraba muy bien de lo que le contaba, volvió a preguntar: ¿y quien era esa mujer? Le respondió el segundo: pues no lo se con seguridad pero al parecer, era una mujer que trajo la caja de la India. Insistente el primer esclavo: pero ¿cómo se llamaba?. El otro: pues no se, pero creo que según cuentan, en la caja, que es como un arca de oro con rubíes, diamantes, esmeraldas incrustadas,..., cuando la introdujeron en la parte acabada y más oculta del templo tras una cámara secreta, había un papiro en su interior en el cual ponía: Pandora fue mí primera Aliada.

 Autor: D.Jesús Castro Fernández.


El ángel.

Se encontraba Shymón Persky en su lecho de muerte cuando un ángel bajó y le dijo: <<Shymón ven conmigo>>. Shymón asustado por lo que le decía ángel contestó: <<¿a donde vamos?>>. Y respondió el ángel: <<vamos a cumplir tus deseos>>. Volvió Shymón a insistir preguntando: <<¿cómo mis deseos?>>. Pero sí yo he cumplido todos mis deseos en esta vida que Hashashim me prestó. El ángel le contestó: <<no, todos no>>. A lo que repuso Shymón: <<¿qué deseos no he cumplidos?>>. Respondió el ángel: <<uno muy sencillo, conocerás a quien durante mucho tiempo has querido>>. Shymón: <<¿a quién?>>. El ángel: <<Pues irás a conocer a Moisés, el rey David y Salomón, sus almas te esperan con su compasión>>.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


El alma.

Le decía Allá a Osama: <<Osama en la tierra a ojos de los hombres obraste mal, pero a ojos de tú sello maya, tan sólo hiciste uso de tú poder destinado. Por lo que primero irás con las almas que de sus cuerpos has liberado, muchas que en arpías se han transformado y buen recaudo de tú alma al final habrán dado. Pero no todo es tan malo, una eternidad o dos con las arpías de las almas que no deberías haber liberado. Aunque al final del camino, sí has avanzado, recuperando tú alma, restaurando tú estado, un presente se tiene preparado. Irás con el alma de Muhammad, el cual estará a tú lado>>.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Futuro Soñado.

Ya hace años que un joven, fue a probar suerte en los juegos de azar del Estado. Un buen día éste muchacho sin buscarlo, ya que jugar a los juegos de azar no eran del todo de su agrado, hechó por probar suerte. Al caer la noche de ese día la suerte le cayó de lleno. Le tocó el mayor premio de la Historia nunca sorteado. Este jovenzuelo, al principio se planteó que hacer con tantísimo dinero. Y se dijo: bueno, veamos, ahora puedo tener todo lo que quiero, ya que como decía Quevedo, poderoso caballero es don dinero. Lo primero que hizo fue invertir en todas las bolsas del mundo, después compró todas las acciones que pudo de todas y cada una de las empresas que en esas bolsas financieras estaban. Ésto le reportó grandes beneficios multiplicando por miles millones lo que al principio ganó por destino. Cuando vió que ya había llegado a ser uno de los mayores accionista de prácticamente la totalidad de las empresas, entre ellas todas las grandes multinacionales más poderosas; decidió que no era suficiente que quería más, pesó: compraré todos los lingotes de oro que pueda. Con el paso de los meses llegó a poseer más 114 mil millones de kilos de oro con una pureza del 90%. Pero el jovenzuelo al cual se le pasaba el tiempo, no estaba satisfecho y dijo: ahora quiero comprar todas las propiedades patrimoniales que pueda poseer en los cinco continentes, compró y compró hasta que se cansó. Ya poseía 10 mil mansiones, palacios y castillos. Poseía coches, motos, barcos, aviones, industrias de todo tipo, pero se dijo: quiero más porque no estoy satisfecho. Como vió que no se le ocurrían muchas más cosas que comprar porque tenía mucho más de lo que podía usar, pensó: pues voy a contratar a todos los científicos mejor valorados de nuestro tiempo, a todos los artistas, a todos los superdotados para poder construir una nueva industria. Y así lo hizo, trajo a los mejores científicos en robótica y creó un ejércitos de robots que los puso trabajar en muy poco tiempo. Trajo a todos los artistas y construyó el mayor recinto nunca imaginado de todos los tiempos con obras de todo tipo y le pidió a los superdotados que le aconsejarán sobre como multiplicar por cien mil todos sus beneficios. Pasó el tiempo y dejó de ser jovenzuelo, la madurez ya le pisaba y se dijo un día: Bueno que más puedo querer, me dedicaré a los 20 mil días que me quedan al amor y así cada día tendré una mujer distinta, con lo que espero poder llegar a poseer 20 mil mujeres, que sí me permiten ser feliz 2 veces al día, podré alcanzar las 40 mil sensaciones del placer. Continuó tribulando y dijo: ¿qué me falta? Pues ayudaré a los pobres y empezó a subvencionar a todas las ONGs del planeta. Pero aun no estaba satisfecho y dijo: ¿qué más? Ya he tenido mil vacaciones, he tenido mil placeres y ayudado a millones de seres, ¿qué más? Ya se dijo: lo único que no tengo, es el deseo anhelar el deseo. Por lo que volveré a ser lo único que no puedo, volveré a ser pobre. Cuando se dió cuenta ya era tarde y no podía dar marcha atrás, porque quería ser pobre, pero con la juventud que se va y una mujer que de verdad amar.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Vida.

Como bebe lloró, como niño jugó, como adolescente se enamoró, como maduro trabajó, como adulto experimentó y como anciano descansó. El que vivió al final murió.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


viernes, 1 de noviembre de 2013

Parto.

El agua salada de las olas la arena de la playa arrastraba y sus píes mojaba. La luna llena en esa noche la acompañaba. Ella el dolor del nacimiento expresaba. En el agua del mar ella fue a alumbrar.

Autor: D. Jesús Castro Fernández


Relaciones.

Una mujer sentía, que el amor quería conocer. Un día decidió que partiría en busca de lo que no conocía. En Europa una experiencia monogámica conoció, pero sus limitaciones no entendió. En África, después, la poligamia experimentó, pero no le convenció. En Asia, la androgamia comprobó y al final la abandonó. En América, la vida de madre soltera verificó, demostrando así, que el verdadero amor su hija le dió.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Sábado.

Amanecía en la ciudad la mañana, algunas obras se escuchaban, los vehículos a desplazarse empezaban, la gente a pasear comenzaba, las personas mayores en su edad dorada, por el balcón se asomaban para mirar que vecinos pasaban. Era sábado por la mañana.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Bus.

El escritor confabulaba, en una taberna remota narraba. Relatos cortos pensaba sobre la realidad que le rodeaba. El bus de regreso esperaba porque se demoraba, mientras el tiempo pasaba. Un bolígrafo y un papel era toda su armada, para relatar mil eventos que a una vez pasaban.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Carta.

Recibió una carta de amor. La abrió, la leyó. Y finalizaba: Te amo. Diciendo la carta en su redacción.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Biónico.

El médico le había recomendado se quedara en casa descansando, ya que tras la intervención para reparar su parte biónica tendría que dejar que actuarán los nanorobots introducidos en su cuerpo. Él mientras tanto decidió trabajar desde casa mediante el teletrabajo. Se dedicaba a la supercomputación robótica y mediante los hologramas 3D de su televisor-ordenador trabajaba en el Centro de Experimentación.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


martes, 29 de octubre de 2013

El Ave.

Migraba ya varios días cuando se dijo: estoy un poco cansada de migrar, voy a descansar un poco. Desde lo alto de las montañas comenzó a bajar para buscar un lugar, al pronto lo encontró. Se trataba una zona muy tranquila con gran cantidad de agua y donde podría encontrar alimento en abundancia, además de refrescar sus alas. Cuando descendió la pájara se puso a cantar de alegría por poder parar. Otro pájaro que por allí se encontraba durmiendo, saltó y le dijo: oye chica, porque no dejas de cantar un rato, que los vecinos de aquí ya estamos hartos de tanto canto. La pájara indignada le respondió: oye chico, porque no continuas durmiendo y me dejas tomar mí baño. A lo que le respondió de nuevo el pájaro: porque tú canto no me deja dormir en paz y me hace daño.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Hombre.

Vivía en unos de los países más pobres de África, cuando arrodillado le salió un grito de desesperación del alma: ¡Dios mío, tengo hambre! ¿por qué me hiciste hombre?.

 Autor: D. Jesús Castro Fernández.


La casa.

Era una noche de invierno en la que acuciaba el frío. Buscó un portal donde refugiarse, tumbó sus cartones y posó su cuerpo. Cubriose con una manta rota y deshilachada diciendo: ¡Gracias Señor, por éste calor¡.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Libertad.

Había nacido entre rejas y toda su vida había sido en la prisión. Cuando cumplió la edad de 18 años, le dijeron: <<debes marcharte, ya que aquí no puedes continuar, eres libre porque siempre lo fuiste>>. A lo que dijo: <<pero que estás diciendo, mí vida, mis amigos, mí familia, mis vecinos, mis conocidos, mi educación y todo lo demás está aquí dentro>>. ¿cómo me voy a marchar? ¿a dónde?. Sí salgo a la calle nadie me espera, nada conozco y será como ir preso a la vida, a un desencuentro sin salida.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


lunes, 28 de octubre de 2013

El Sueño.

Cayó la noche de almas en el Cielo Eterno. Todas las almas al oír las campanas, fueron corriendo a sus lechos. Una de ellas la más rezagada, se acostó y entró en un profundo sueño. Empezó soñando que existía una vida material, en un planeta azul dentro de un Universo. Luego continuó soñando que en ese planeta se podía pasear por su superficie de tierra, que se podía hacer fuego con múltiples elementos, que se podía respirar aire puro o escuchar como soplaba el viento fresco, que se podía incluso nadar flotando por ríos, mares y océanos. Después soñó que en ese planeta se podía viajar de un país a otro y un poco por el Universo, que se podía comerciar y hacer negocios, que se podía conocer distintas especies, gastronomías, diferentes libros, lenguas, culturas, profesiones, ciencias y músicas. Además se podía tener amigos y amigas, familiares, parejas e hijos, conocidos y hasta recodar a los muertos. Todo parecía tan real, que el alma se despertó asustada y dijo: <<menos mal que los sueños, sueños son, que sí no, miedo y terror me daría tal sensación>>.
  
Autor: D. Jesús Castro Fernández.



Caos Determinado.

La determinación casual surgió, cuando al poco tiempo en un planeta llamado Tierra, cien volcanes entraron en erupción; doscientos terremotos asolaron los continentes, mares y océanos; trescientos entre huracanes y tormentas tropicales expusieron su furor; cuatrocientas sequías todo lo abrasó; quinientos incendios incontrolables arrasaron, creando pavor; miles de pequeños meteoros cayeron con precisión y el campo magnético de Tierra fue afectado por la llamaradas del Sol. Todo era una casual determinación resonando bajo un mismo son.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


viernes, 25 de octubre de 2013

Ella.

Habían pasado muchos días desde su desunión, cuando caminando en una terraza con otro hombre la vió. La mente le decía: <<ya no estáis juntos, por lo que está libre de toda presunción, nada os debéis>>. Pero en aquel instante le dijo su corazón: <<el alma se me cae al suelo y el corazón hoy viste de duelo>>. No sabiendo que hacer, salió corriendo, gimoteando hacia sus adentros, luego cuando llegó lejos, se paró, reposó y meditó: <<por qué huyo, de que huyo, sí nada tengo, nada pierdo>>. Y le decía de nuevo el corazón: <<sí tenías amor, perdiste el alma en otro corazón. Pero sí por el contrario nunca tuviste amor, tan sólo perdiste una ilusión>>. Continuó caminando, cuando con una chica que conocía tropezó y le dijo: <<¡mira por donde andas, que pareces que no tuvieras alma!>>. Y le respondió: <<así es, mí alma, con otro corazón se quedó>>. La chica sonriendo le dijo: <<ya será para menos>>. Y le respondió con algo más de alegría: <<bueno, quizás tú me puedas ayudar, a recuperar, el alma de mí verdad>>.

Autor: D. Jesús Castro Fernández


jueves, 24 de octubre de 2013

Él.

Paseaba por la calle anhelando encontrar el amor y se repetía (una y otra vez): <<que mala suerte tengo, parece que no le gusto a ninguna chica, todos tienen pareja menos yo>>. Al instante pasó una guapísima chica y le dijo: <<Adiós Jonás>>. Y él, le respondió: <<Adiós Susana>>. La chica se dijo: <<ni me a mirado con lo guapo que es>>. Continuo paseando por la calle hacia el parque y se seguía diciendo: <<porque las chicas no se fijaran en mí>>. Pasó otra jovencísima chica y le dijo: <<Buenos días Jonás>>. Él irguió la cabeza un poco embelesado en sus pensamientos y dijo: <<Buenos días Adriana>>. La chica que iba muy arreglada dijo en voz baja: <<qué lastima que ni siquiera se fijara que voy arreglada>>. Pasó la mañana y la tarde dando vueltas por toda la ciudad Jonás, siempre pensando y contestando del mismo modo a diez chicas más que el destino le había presentado, regresó a casa al atardecer y se dijo: <<¿por qué ninguna chica se fija en mí? ¿acaso soy tan feo?>>. Se acostó y desvelado del sueño reparó en lo que había sucedido a lo largo del día, se quedó largo tiempo tumbado meditando y se dijo: <<¿quizás haya sido yo, el que al destino, no hizo caso?>>.

Autor: D. Jesús Castro Fernández




Venus.

Un meteoro contra Venus chocó, las temperaturas y la atmósfera cambió. Agua en el planeta desde el fondo de las rocas apareció y vapor de agua hacia la atmósfera subió. La vida de pronto y sin saber como apareció. Los humanos que ya habitaban en Marte enviaron una nave de exploración y cuando comprobaron que un nuevo planeta era ya una posible nación tomaron aquella decisión.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


La Chica.

La joven esperaba el amor, cuando un chico se le acercó y le dijo: <<preciosa ¿té gustaría salir conmigo?>>. Ella respondió: <<que atrevido, casi no nos conocemos y ¿ya tienes pretensiones conmigo?>>. El entonces se alejó. Más tarde otro chico que por allí pasaba se le acercó y le dijo: <<Hola me llamo Elam, ¿estás sola?>>. Y ella respondió: <<no espero a unas amigas. Él entendiendo que no tenía interés, pero aun así se sentó a su lado para continuar la conversación>>. Le dijo él: <<¿no te importa sí me siento un rato a tú lado?>>. Y ella respondió: <<no pero no necesito distracción. Él que era muy tímido a su lado un rato se quedó y pasado un tiempo como no le daba conversación se despidió y se marchó. Ella cuando se marchó se decía: <<el primero fue muy atrevido y el segundo muy tímido ¿cual será la solución para encontrar el verdadero amor?>>.

 Autor: D. Jesús Castro Fernández.




Sombra.

Estaba un alma en el Cielo Eterno cuando al instante se encontró paseando con otra alma que le decía: <<amiga, te das cuenta que las almas en el Cielo tenemos sombra>>. A lo que respondió la primera: <<sí lo que no se es ¿por qué Dios dió sombra a las almas en el Cielo?>>. Volvió a responder la otra: <<pues está muy claro, porque sino ¿cómo sabríamos que vivimos en la región de la luz?>>.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Espíritu.

Había ya hace tiempo, dos almas en el Cielo Eterno que discutían entre sí por quien ocuparía un puesto. Ésto enfado mucho a Dios y les dijo: <<acabáis de cometer vuestro mayor error>>. Las almas comenzaron a decir bravuconadas contra Dios y blasfemar una y otra. Por lo que Dios dijo: <<muerto estáis las dos>>. Las almas cuando Dios dijo ésto, fallecieron las dos en el Cielo. Al morir las dos almas sus espíritus salieron de ellas siendo transportadas por el etéreo.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Sol.

Habían pasado ya 7500 millones de años desde que el Sol se originó en el Universo. Poco le quedaba para consumir todo su hidrógeno y morir. El Planeta Tierra había cambiado mucho, hacía ya mucho tiempo que el Mediterráneo se había desecado, que los 6 continentes se habían juntado y otros muchos cambios; pero aun existían algunos especímenes humanos originales que no habían podido huir a Martes y otros planetas. El Sol había crecido muchísimo y los humanos se planteaban su fin con el del Sol, cuando un día un Agujero Negro Inactivo interiormente, pero que rodaba exteriormente, con el tamaño del Sol, se posó frente a él y todo el sistema solar se eclipsó. El frío todo lo enmudeció.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.


Sol II.

Hace ya tiempo un Sol del tamaño del nuestro fue lanzado por el espacio sin saber que fuerza lo había propulsado, éste Sol se dirigió en forma de cometa hacía nuestro Sol, cuando el Sol chocó contra nuestro Sol, al principio se unió, pero con tanta presión al final se partió en dos. Ésto creó dos Soles en el sistema solar, toda la órbita varió y su relación con los nuevos soles se modificó, ya que cada fuerza de atracción ejercida por cada Sol, hicieron que las órbitas elípticas pasaran ha ser como un 8 sin más razón.
  
Autor: D. Jesús Castro Fernández


Reespiritulización.

Hace muchísimos años un monje budista que vivía en un templo en el Himalaya se pasaba meditando prácticamente todo el día. Llegó el día en el que leyeron en su funeral el Libro de los Muertos Tibetanos. Él durante toda su vida se planteó la vida espiritual terrestre para alcanzar la reencarnación dentro de su propio ciclo, pero Dios que no le dió la razón ni de lejos, simplemente lo dejó que se engañara así mismo. Primero lo hizo que descendiera al Cielo, después hizo que su alma se dedicara a la meditación en el Cielo. Así un día, un alma se le acercó y le dijo: <<escucha, ¿por qué sigues meditando en el Cielo?>>. Y el alma del monje respondió: <<para alcanzar mí liberación>>. A lo que el otro alma le respondió: <<pues sí crees que tú liberación es la reencarnación es que lo desconoces todo de Dios>>. El monje respondió: <<¿Y quién eres tú que pareces saberlo todo sobre Dios?>>. Y le respondió: <<soy el Hijo de Dios>>. El monje acongojado callado se quedó. Volvió a hablar el alma del Hijo de Dios: <<¿quieres conocer los planes de Dios para con tú alma?>>. El alma del monje asustada dijo: <<sí así lo deseas me parece bien>>. Respondió el Hijo de Dios: <<tú destino impuesto por mí Padre, es la reespiritualización y por eso te dejó que siguieras meditando en el Cielo>>. El alma del monje sorprendido dijo: <<¿y eso que es sí se puede saber?>>. Y el alma del Hijo de Dios respondió: <<muy fácil amigo, tú alma tendrá que cumplir como en la Tierra con la reencarnación, en el Cielo con la reespiritualización, es decir, tendrás que experimentar todos los tipos de formas de alma dentro de un ciclo para poder evolucionar>>. El alma del monje: <<pues a mí en la Tierra no me contaron que existiera nada de eso>>. Y le respondió el Hijo de Dios: <<pues ya vez compañero, tú vida es como un cuento, Dios te deja que te engañes a ti mismo una y otra vez para que evoluciones algo de una vez>>. El alma del monje preguntó: <<¿y para que sirve eso de la reespiritualización sí se puede saber?>>. Y respondió de nuevo el alma del Hijo de Dios: <<es muy sencillo, para limpiar el alma de tú destino>>.

Autor: D. Jesús Castro Fernández.