Al guardián le tocaba pasar la noche en vela, vigilante de las murallas de Valencia. Cuando apunto estaba de nacer el Sol en el horizonte con el alba, contempló a lo lejos una gran hueste de caballeros que hacia Valencia llegaban. El tropel inmenso, polvorada de armaduras y espadas. Negra nube de muerte a Valencia llegaba. Don Rodrigo, el primero cabalgaba y CID campeador lo llamaban.
Autor: D. Jesús Castro Fernández.
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