Era un día de primavera cuando Cervantes tenía que ir a cobrar los impuesto en la antigua Qarmuna. Miguel se levantó temprano, revisó sus escritos he incluyó algo, inspirando se en las tierras del valle y en un galgo. Después fue a cobrar, las gentes lo veían y cuando llegaba decían: <<ya está aquí otra vez el recaudador malvado, que nos mata de hambre y no nos ofrece trabajo>>. Miguel que no andaba de dinero holgado, decía: <<mí profesión hago y algún día por ello seré recordado>>.
Autor: D. Jesús Castro Fernández.
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