Stephen Hawking estaba meditando sobre la verdad de las ciencia, cuando una voz que no sabía de donde provenía le dijo: <<Stephen, no pienses más, que tú alma por la leyes universales no se salvará>>. Stephen pensando que ésto era resultado de los pensamientos malsanos de su cerebro y que todos los hombres algunas vez lo padecemos, dijo: <<ésto no puede ser, las voces internas no están bien>>. De pronto la voz le dijo insistentemente: <<Stephen, no te preocupes demasiado, que en esta vida ya has sabido demasiado, cuando la siguiente vida te toque, no mucho sabrás pero un grandioso atleta serás>>.
Autor: D. Jesús Castro Fernández
No hay comentarios:
Publicar un comentario