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jueves, 24 de octubre de 2013

Él.

Paseaba por la calle anhelando encontrar el amor y se repetía (una y otra vez): <<que mala suerte tengo, parece que no le gusto a ninguna chica, todos tienen pareja menos yo>>. Al instante pasó una guapísima chica y le dijo: <<Adiós Jonás>>. Y él, le respondió: <<Adiós Susana>>. La chica se dijo: <<ni me a mirado con lo guapo que es>>. Continuo paseando por la calle hacia el parque y se seguía diciendo: <<porque las chicas no se fijaran en mí>>. Pasó otra jovencísima chica y le dijo: <<Buenos días Jonás>>. Él irguió la cabeza un poco embelesado en sus pensamientos y dijo: <<Buenos días Adriana>>. La chica que iba muy arreglada dijo en voz baja: <<qué lastima que ni siquiera se fijara que voy arreglada>>. Pasó la mañana y la tarde dando vueltas por toda la ciudad Jonás, siempre pensando y contestando del mismo modo a diez chicas más que el destino le había presentado, regresó a casa al atardecer y se dijo: <<¿por qué ninguna chica se fija en mí? ¿acaso soy tan feo?>>. Se acostó y desvelado del sueño reparó en lo que había sucedido a lo largo del día, se quedó largo tiempo tumbado meditando y se dijo: <<¿quizás haya sido yo, el que al destino, no hizo caso?>>.

Autor: D. Jesús Castro Fernández




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