Se hallaban dos espejos uno frente al otro y se decían mutuamente: ¿por qué me reflejas en tú interior cuando yo te expreso mejor? A lo que respondía el otro: te reflejo aquí por tú también eres así. Diseñamos la profundidad infinita, tú dentro de mí y yo dentro de tí.
Autor: D. Jesús Castro Fernández.
No hay comentarios:
Publicar un comentario