Visitaba la pedanía de Tormes una mujer que iba en peregrinaje, cuando al pronto, paró cerca de un ciego, una mujer y su hijo. La mujer en silencio quedó a escuchas de lo que hablaban y lo único que dedujo es que al niño el ciego se lo entregaban para que se lo llevara.
Autor: D. Jesús Castro Fernández.
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